martes, 19 de julio de 2016


DÍAS DE FIESTA 

Ha entrado el verano con fuerza. Bastante sol y buenas temperaturas. Y ha comenzado el ciclo festivo gallego. El Carmen regó la costa de multitud de festejos de aires mariñeiros. Y las procesiones marítimas han recorrido puertos y rías, bajo una lluvia de banderitas y gallardetes en las embarcaciones y el sonar alegre de sus sirenas. Y siguen las fiestas. Romerías familiares a montes o playas, a aquella ermita perdida en lo alto o en medio de los arenales. Galicia es tierra de fiestas en las que lo religioso, lo gastronómico y la música se entremezclan y amalgaman. Son días, en muchos lugares, de gaitas y gaiteros. Pasacalles en un ir y venir por la calle principal del pueblo o por el parque. Conciertos en el palco de la música. Verbenas en el "campo da feira" o en la plaza mayor del lugar. La gaita es parte del alma gallega. Sin ella no sería lo mismo. A mi, desde niño, me eleva el ánimo y carga de sentimientos el corazón. Escuchar la "Alborada de Veiga", por ejemplo, es una buena forma de empezar a vivir la fiesta. Hace ya años, en mi etapa juvenil, escribí este breve pensamiento: "La música enxebre de la gaita, en lo alto del monte gallego, inunda mi alma de rugientes sensaciones, mezclando nostalgias con el renovar de viejas ilusiones nacidas a la sombra amable de los pinos verdes y olorosos."

Y , por otra parte, están los gigantes y cabezudos, en expresión popular española válida para todas partes. Luego viene ya la traducción lugareña de cada cual. En Ribadeo les llamamos "los Cocos". Salen a bailar y desfilar por las calles en días festivos. Y la chiquillada se reparte entre los más pequeños que lloran asustados ante el estruendo y los otros que ríen, corren, cogen caramelos y disfrutan acercándose a los gigantes  y a la tropa de cabezudos que suele acompañarles. Entre los que no suelen faltar personajes como el popular Popeye. Debo reconocer que también disfruté en mi infancia con las carreras, desfiles y persecuciones de estos descendientes de aquellos que desde hace siglos pasean por las fiestas españolas. 



Reproducción de los "Cocos" en San Roque (Ribadeo) 

Y volviendo a la gaita y a los grupos regionales, estamos a pocos días de una de esas romerías en el monte."La Xira de Santa Cruz y Día da Gaita" en el alto de ese nombre ribadense. Fiesta de largo recorrido, con amplia tradición de familias acudiendo a comer junto a la ermita de ese lugar y la sobria cruz que colocaron allí generaciones anteriores. Este año, además, va a tener para mí un significado especial dada mi participación en los actos previos en el Teatro de Ribadeo. Allí estaremos. Después, sonarán las gaitas, los tamboriles, el bombo, las panderetas y, en ocasiones, el acordeón por toda Galicia. Y en el monte de Santa Cruz. Desde donde se divisa una vista de la Mariña Lucense y el Occidente de Asturias, que lleva el sello y la huella del Creador...por su belleza.

Si no has leído mis últimas novelas: "EL REFUGIO DE LOS SIGLOS" Y "KATEDIÓN"  o el libro sobre Ribadeo en los años veinte y treinta, "TRAS SUS HUELLAS" y te interesa alguno de ellos basta con pincha aquí o en este otro enlace  pincha aquí


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